Detenido un vidente africano por una supuesta estafa a una mujer que denuncia que le sacó más de 8.000 euros para arreglarle un problema sentimental

Las dotes adivinatorias de D.B., de origen subsahariano y vidente de profesión, quedaron en entredicho después de que el lunes por la tarde la clienta con la que se había citado en la Plaza de la Constitución de Jaén resultara ser una agente del Cuerpo Nacional de Policía. Lo buscaban por una supuesta estafa denunciada por una mujer con mal de amores a la que le han sacado nada menos que 8.000 euros. Fue detenido y puesto ayer a disposición de la Justicia, que lo dejó en libertad tras escuchar su declaración de inocencia.

La mujer que ha denunciado la estafa requirió los servicios de un adivino y vidente africano. Las fuentes consultadas indican que por un problema personal de índole sentimental. El vidente le dijo que podía solucionar su problema con unos trabajos espirituales. Todo le iría mejor en la vida. Pero para animar a los espíritus hacía falta algo de dinero. Y después más. Y más. Así hasta que en diversos pagos se llegó a acumular una cantidad superior a los 8.000 euros.

Tras la denuncia la Policía inició sus pesquisas, enfocadas hacia un piso del barrio de Peñamefécit donde hay constancia de que se practica la magia africana y donde las idas y venidas de inmigrantes subsaharianos son frecuentes. Las sospechas apuntaban hacia a mediados de mes. Sin embargo, en Peñamefécit no se consiguió dar con el mago al que buscaban.

Las investigaciones llevaron entonces a los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría de Jaén hasta Linares.

Bien porque el vidente sospechó que iban tras su pista o bien porque su agenda de trabajo estaba completa, la Policía tardó en conseguir una cita con él. Fue una agente la que estableció contacto, para que resultara menos sospechoso. La cita se fijó no en un local o en un piso, sino en plena calle. En Jaén. En la Plaza de la Constitución. El lunes por la tarde. La trampa estaba cerrada. Y allí apareció el joven D.B., que llegaba desde Linares. Fue arrestado y conducido a Comisaría, donde pasó la noche. La denunciante lo identificó a través de una foto como el brujo que se la ha jugado.

D.B. se ha declarado inocente de la estafa que le imputan. Asegura que no conoce a la mujer que lo acusa, explican fuentes judiciales cercanas al caso, y que nunca usó con ella sus artes mágicas. Sin embargo, señaló que tenía conocimiento de que en la provincia de Jaén había varios ciudadanos de Guinea Conakri que sí trabajaban el lado oscuro de la magia africana para cometer delitos.

 

Fuente:  Ideal.es